Comer es uno de los grandes placeres de la vida y si se come bien, se obtiene buena salud. Es necesario que los pequeños de la casa aprendan a tener una dieta saludable desde que comienzan a alimentarse. Una buena manera de ayudarles a dar este paso es adaptar los productos de la cocina a sus necesidades. Hay algunos productos tales como tronas o cubiertos de dibujos animados que ayudan a captar su atención y hacen más divertido el momento de comer.
Introducir a los niños en el mundo gastronómico es una manera rápida y sencilla de enseñarles habilidades culinarias y conseguir que disfruten de la cocina. Es bueno que conozcan recetas sencillas para que ellos mismos experimenten el proceso de elaboración de la comida y al llegar el momento de degustarla lo hagan con mayor placer. No hay que olvidar, que cocinar debe ser una forma original de divertirse y jugar. Por este motivo, te damos algunos consejos que puedes seguir para que tus pequeños se sientan cómodos en la cocina.
La cocina, la escuela de los niños
1.Que tu hijo te ayude a hacer la compra: Hay que involucrar a los chicos cuando llega la hora de hacer la lista de la compra y acudir con ellos al supermercado. Es importante que sean conscientes de la cantidad necesaria que se necesita de cada producto y que prueben y toquen distintas texturas.
2.Elige recetas fáciles de preparar: Las comidas demasiado elaboradas pueden llegar a agobiar a los niños. Debes comenzar por cosas sencillas para que poco a poco evolucionen en sus platos.
3.Que disfruten de la cocina: La cocina no es un lugar peligroso siempre que haya un adulto pendiente de los pequeños. No les mandes a jugar a otra habitación, si quieren involucrarse en la preparación de la comida, ayúdales y enséñales, poco a poco se pueden hacer unos expertos gastronómicos.
4. Dale la responsabilidad que necesita: Es importante especificar las tareas que tiene cada uno en la cocina. Déjale que realice aquellas cosas que no sean de riesgo para él, por ejemplo: remover, batir, decorar, mezclar, entre otras muchas y dile que te sientes orgulloso de su trabajo.
5. Nunca digas «NO» a tu hijo: Que pruebe, que toque, que se manche, que huela, que saboree.. No tengas miedo porque rompa o derrame algo en la cocina. Supervisa siempre lo que hace pero no le regañes ni le exijas, es importante enseñarle despacio y con cariño.
Con todos estos trucos puedes conseguir que tu hijo sea un magnífico cocinero en un futuro. Pero recuerda, para conseguirlo debe empezar a tener una buena alimentación desde el principio.